Publicado por Silvia el 05/08/2011 como «Recomendación para el verano»
Me lo recomendaron, hace más de medio año, pero no me decidí, hasta hace muy poco, iniciar su lectura. Lo compré tras una visita a mi doctora, Arianna que me dijo: «-Ahora que ya reconoces tu ciclo, estás preparada para leer La luna roja de Miranda Gray».
Salí de consulta entusiasmada. Tenía mucho interés en seguir leyendo sobre el ciclo menstrual que tanto tiempo me había costado reconocer. Recorrí varias librerías hasta dar con un ejemplar, le eché un vistazo y vi que el libro compaginaba textos y ejercicios. Me dio muchísima pereza continuar y lo olvidé.
Hace pocos días que retomé su lectura. Necesitaba consultar las señales de una fase del ciclo. Me enganchó de tal manera que he vuelto a retomar su lectura. ¡Todo tiene su momento!
Destaco, sobre otros muchos temas interesantes, el por qué se decidió Miranda a escribir sobre el tema: «El tabú de la menstruación en la sociedad moderna». Me recuerda otro tabú, el que genera nuestro síndrome.
El impedimento, el silencio, la ausencia de palabra y comunicación no ayudan en la aceptación del síndrome y generalmente son la raíz de otros problemas.
Las siguientes palabras de Miranda, extraídas de su libro, podrían ser también de aplicación en nuestro síndrome:
«Así se nos enseña que debemos enfrentar nuestra angustia nuestras necesidades sin llamar la atención, puesto que todo ello forma parte de lo que significa ser mujer. Este es el motivo por el que nosotras solemos esconder nuestras dificultades: nos impulsa el miedo a que los demás nos consideren débiles o piensen que hacemos una montaña de un grano de arena. Y es precisamente esta falta de comunicación y reconocimiento social lo que perpetúa el aislamiento del ciclo menstrual como un acontecimiento oculto y furtivo»
Desde la Agrupación AMAR pretendemos que este espacio sea un lugar para generar conocimiento y comunicación para Apoyar a todas las Mujeres en la Aceptación del Rokitansky
¡Buenas vacaciones a todas!
A disfrutar del sol, del agua, del viento y la tierra, sin olvidar las palabras:
